Panamá impulsa un pasaporte especial para inversionistas calificados.

Panamá avanza en una reforma migratoria clave para consolidarse como destino residencial, turístico y de inversión. La Asamblea Nacional aprobó en tercer debate el Proyecto de Ley 299, propuesto por el diputado suplente Pedro Quijano, una de las figuras más jóvenes del Legislativo, que otorga un pasaporte especial a los residentes permanentes bajo la categoría de Inversionista Calificado. La medida abre una nueva etapa en la estrategia de atracción de capital extranjero y posiciona al país en la competencia internacional por talento e inversión.

Un país que quiere atraer más residentes globales

Panamá se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos más atractivos para extranjeros que buscan establecerse en América Latina: clima estable, conectividad aérea, uso del dólar, un sistema financiero robusto, seguridad jurídica relativa y un costo de vida competitivo. Como explica la analista Diana Bonilla en un reciente análisis en LinkedIn, el país ofrece ventajas fiscales, acceso a servicios de primer mundo, infraestructura moderna, opciones de residencia claras y una calidad de vida superior al promedio regional.

El Gobierno panameño quiere profundizar esa posición, y la reforma aprobada apunta a eso: dar más facilidades y seguridad a quienes eligen a Panamá como base de residencia y negocios.

Inversionistas que mueven la economía panameña

El Programa de Inversionista Calificado, creado en 2020, se ha convertido en una de las herramientas más efectivas para atraer capital:

• Sólo entre julio 2024 y julio 2025, el programa generó más de US$100 millones en inversión extranjera directa.
• Ha sido, según la propia Exposición de Motivos, el programa migratorio con mayor retorno económico para el país.

Estas inversiones dinamizan sectores como la construcción, el mercado inmobiliario, servicios financieros, turismo, comercio y consumo interno. En un contexto de desaceleración económica y presión fiscal, la Asamblea presenta esta reforma como una vía para reactivar la economía sin aumentar impuestos ni gasto público.

¿Qué cambia con la nueva ley?

La reforma modifica la Ley 32 de 2013 para permitir que los residentes permanentes bajo la subcategoría de Inversionista Calificado, así como sus dependientes, puedan solicitar un pasaporte especial panameño.

Este pasaporte:

• No confiere nacionalidad.
• No reemplaza el pasaporte ordinario del país de origen.
• Es un documento adicional de viaje, válido mientras dure el permiso de residencia.

Los requisitos para obtenerlo incluyen:

• Contar con la resolución administrativa del Servicio Nacional de Migración aprobando el estatus de Inversionista Calificado.
• Pagar las tasas correspondientes.
• Completar los formularios y requisitos que establezca la reglamentación.

La Autoridad de Pasaportes deberá crear un registro sistematizado de los beneficiarios y velar por el uso adecuado del documento.

¿Por qué importa este pasaporte?

Los pasaportes especiales permiten:

• Facilitar movilidad internacional.
• Abrir cuentas, hacer trámites y establecer estructuras comerciales en destinos donde un pasaporte ordinario tiene restricciones.
• Aumentar el atractivo del programa migratorio frente a competidores como Portugal, España, Grecia o Emiratos Árabes, que han endurecido sus “golden visas”.

Para el inversionista, es una señal de reconocimiento estatal y estabilidad jurídica.
Para Panamá, significa mejorar su “producto país”.

Una propuesta de un nuevo liderazgo político

El proyecto fue presentado por Pedro Quijano, diputado suplente del circuito 8-4, integrante joven del partido MOCA. Su impulso legislativo refleja una tendencia generacional: promover leyes orientadas a la competitividad, la inversión y la apertura económica.

Oportunidad estratégica para Panamá

En un mundo donde países compiten por atraer residentes globales —desde nómadas digitales hasta grandes inversionistas— Panamá busca reforzar su posición como hub de negocios y plataforma financiera del hemisferio.

La reforma envía una señal clara a los mercados internacionales:
Panamá quiere más inversión, más residentes globales y más proyectos que generen empleo, consumo y dinamismo económico.

El éxito dependerá ahora de su implementación, la calidad del control migratorio y la capacidad del país para mantener un entorno competitivo, seguro y atractivo frente a las alternativas globales.